La Niña contra Turí
JOSÉ FERRÁNDIZ LOZANO [www.joseferrandiz.com]

Diario INFORMACIÓN de Alicante, 18-6-2005

Uno no sabe qué hay de verdad y qué de exageración en las crónicas de los reporteros de guerra. Acostumbrado a verles, oírles o leerles contando las batallas ajenas, sorprende que les queden ganas para relatar guerras propias. La que se tienen declarada Arturo Pérez Reverte y Ángela Rodicio se remonta a los años en que coincidieron en TVE, pero adquirió carta de publicidad con la edición del libro "Territorio comanche" del primero, en el que la corresponsal aparecía citada como "Niña Rodicio" por el cartagenero, que no le dedicó palabra simpática en sus páginas y a la que adjudicó una gloriosa inexperiencia y megalomanía: "Después de sólo dos años de periodismo activo se había transformado directamente de modosa becaria en pozo de experiencia, y no necesitaba doctrina de nadie, ni siquiera cuando confundía los calibres, hablaba de los B-52 bombardeando en picado…" Ángela Rodicio ha tardado en responder a la mala fama que le diseñó Pérez Reverte, a quien nombra Turí en el libro que está promocionando para ajustar cuentas con él y con otros. Dice que Reverte pagaba en Beirut a milicianos para que dispararan por detrás mientras grababa sus comentarios, aumentando la sensación de peligro.

Al espectador distante, receptor de noticias bélicas, quizá no le importe tanto quién va con la razón, pero sí se quedará con un regusto de preocupación que no hace más que cuestionar a los reporteros de guerra. Uno no tiene más remedio que rizar el rizo ante la polémica con un abanico de interpretaciones: si ambos cuentan la verdad quiere decir que los dos manipulaban –al menos en alguna ocasión– sus informaciones; si, por el contrario, ambos mienten en sus libros ¿quién nos asegura que no fueron capaces de hacerlo también en alguna crónica?; si sólo dice uno la verdad tendremos que aceptar que hubo noticias falseadas por parte del otro.

Y así no hay quien entienda una guerra.