"Azorín sí fue un activista político pero actuó desde las páginas de los periódicos"

Ferrándiz Lozano publica en un volumen sus últimos estudios sobre el escritor de Monóvar

15 mayo 2001

MARTÍN SANZ / Alicante. Dos hombres unidos por las letras impresas en las páginas de los periódicos. José Ferrándiz Lozano se acercó por primera vez a Azorín a finales de la década de los ochenta cuando tuvo que cubrir, en jerga periodística, una información sobre el depósito del legado de Angel Cruz Rueda, cronista oficial del autor de Monóvar, en la Casa Museo de la localidad del Medio Vinalopó. Desde entonces, como colaborar de diversos diarios alicantinos, el autor de Data Almizrano siguió la pista del cronista parlamentario del ABC. La reciente publicación del volumen Azorín, la cara del intelectual. Entre el periodismo y la política, que se presenta el próximo jueves en el Salón Ambito Cultural de El Corte Inglés de Alicante, pone aún más de manifiesto una relación que Ferrándiz Lozano define como «continuada». El libro reúne ocho ensayos escritos por el también autor de El maestro Cartagena en Campo de Mirra desde 1992 hasta 2000 publicados en revistas especializadas y presentados en distintos congresos internacionales o en instituciones como el Casino de Alicante, «en una conferencia con motivo de su elección como uno de los alicantinos del siglo», explica Ferrándiz Lozano.

Periodismo y política. El autor se ha centrado en la actividad de Azorín durante las tres primeras décadas del siglo pasado con el objetivo de demostrar al gran público que «aunque siempre se le ha tratado como escritor desde las perspectivas de la literatura o la filología, Azorín va más allá de eso. Fue un activista político pero actuó desde las páginas de los periódicos», aclara Ferrándiz. «Su labor como diputado del Partido Conservador en cinco ocasiones y sus crónicas parlamentarias así lo demuestran. Tras la lectura de sus artículos, donde sobre todo me interesé por la utilización de sus técnicas de escritura, descubrí a un periodista con una señas de modernidad muy grandes». De esta forma, Ferrándiz se refiere a Azorín como «un precursor del Nuevo Periodismo que luego tuvo su auge en la América de los años sesenta». Entre las páginas de su libro aparece también otra obsesión de Ferrándiz: «Se le consideró un espectador privilegiado pero fue un hombre de acción política, no desde el Congreso pero sí desde el periodismo".

LOS MISMOS "JUEGOS Y GUERRAS". ¿Han cambiado las cosas desde que Azorín escribía en los periódicos? «En su época también existían los grandes grupos mediáticos», explica Ferrándiz Lozano. «Los autores utilizaban la prensa para llegar a las masas y era entonces cuando se les consideraba intelectuales. Trataban de influir y entraban en los mismo juegas y guerras en los que se encuentran ahora muchos columnistas». Según Ferrándiz, «Azorín promovió la compra de ciertos medios por parte de los conservadores y se producen situaciones como el apoyo a Torcuato Luca de Tena para que fuera nombrado senador vitalicio. ¿Por qué?, le preguntaron. El respondió que así podría ayudarles». No obstante, a Azorín «le molestaba la frivolidad y ahora hay mucha. El columnista de hoy encaja con el modelo de periodista volteriano: escribe de todo sin saber de nada esperando que algo sea cierto».